Estos relatos, reunidos aquà en versión Ãntegra (incluyendo textos hasta ahora dispersos en otros libros), son una prueba más que evidente de la versatilidad temática de Eça de Queirós, creador de un estilo único y de un universo narrativo plural. Son múltiples también sus imaginarios: desde el mundo etno-fantástico de «El difunto» y «El tesoro», o el maravilloso bÃblico de «El suave milagro»o «El aya», hasta el irresistible mundo de las mujeres adúlteras de «En el molino» y la crÃtica de costumbres que confirió a su obra de novelista el fulgor de la universalidad. No resulta excesivo afirmar que también el cuento contribuyó, con pequeñas obras maestras, a la literatura portuguesa. Entre ellas se encuentran, seguramente, algunos de estos cuentos de Eça de Queirós, como «José MatÃas», «Excentricidades de una chica rubia», «Civilización» o «La catástrofe». El nombre de Eça de Queirós no es tan sólo garantÃa de un talento que lo convirtió en el más grande escritor portugués de todos los tiempos; hablamos de algo todavÃa más infrecuente: de un creador por excelencia, de un demiurgo satánico y divino... Y de un genio. Joao de Melo «Queirós es aún mayor que mi amado maestro Flaubert.» Emile ZolaEstos relatos, reunidos aquà en versión Ãntegra son una prueba más que evidente de la versatilidad temática de Eça de Queirós.José Maria Eça de Queirós nació el 25 de noviembre de 1845 en Póvoa de Varzim (Portugal). Cursó estudios en la facultad de derecho de la Universidad de Coimbra, donde entró en contacto con las corrientes romántica y positivista. Es entonces cuando conoce a Antero de Quental, escritor de la denominada Generación del 70, que será un personaje clave en su carrera literaria. Durante la época universitaria escribe crónicas periodÃsticas y ensayos. Entre 1869 y 1870 realiza un largo viaje por Oriente, en el que recoge abundante material para sus escritos. A su regreso y después de un estancia en Leiria, donde ocupa un cargo burocrático, se traslada a vivir a Lisboa y en 1872 ingresa en el cuerpo diplomático, prestando servicios en Cuba, Macao, Estados Unidos, Canadá y finalmente Inglaterra, donde escribe la primera versión de El crimen del padre Amaro que será publicada en folletÃn por la Revista Occidental en 1875. Figura principal de la literatura portuguesa, sobresale por la ironÃa y naturalidad de sus escritos. Entre su abundante producción literaria destacan El primo Basilio (1878), La reliquia (1887), Los Maia (1888) y La ciudad y las sierras, de publicación póstuma. En 1888 fue destinado a ParÃs como cónsul, ciudad en la que morirÃa el 17 de agosto de 1900.