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23,75 €«ESTO ES MI CUERPO» Esta declaración de Cristo dada en arameo en el Cenáculo del Monte Sion en el cuarto decenio del siglo I de nuestra era, y registrada en Mateo 26, 26, contiene su cumplimiento: la puesta en un lugar del mundo del Cuerpo Vivo de Cristo a que se adjunta el resto de su naturaleza humana y divina. Rectamente entendida, la Cristiandad no es ante todo un «mensaje»: es una palabra subsistente que es a la vez un hecho o una forma integral y fundamentalmente es el mismo Cristo, re ejado y realizado en el hoy fino estrato dogmático y apostólico inalterado de su Iglesia, y «nuclearmente» viviente en la Hostia consagrada. Él está allí atesorando cuanto más ha digni cado el mundo: El Evangelio de redención, recreación y divinización de intelecto y voluntad individuales y sociales; de las virtudes heroicas y en particular la humildad e inocencia; de la contemplación y producción culturales más refinadas oriundas de inspiración y abstracción por decir lo mínimo . A quienesquiera que Le hablen a su Persona Eucarística, desde dondequiera que lo hicieren, Él les da vida hablándoles y escuchán